Increíble, la pornografía es comparable a la adicción a las drogas, reduce el tamaño del cerebro y puede producir desórdenes cardiovasculares, renales, estomacales, endocrinos y otros. La pornografía sigue siendo un tema controvertido. Experimentos anteriores han confirmado el impacto en el cerebro de la estimulación continua del centro del placer mediante el exceso de contenidos sexuales explícitos.