El tópico de hoy no es precisamente la música balada, sino la santidad, aunque el título pareciera sugerir la referencia a cantantes. Lo que sucede es que la expresión Pepe Pepe en lugar de ser el nombre de una persona, es un juego de palabras que utilizo como recurso pedagógico y nemotécnico para abordar el tema de la santidad en la Biblia.
Es pedagógico porque se busca enseñar el concepto de la manera más fácil posible. Y es nemotécnico porque incluye una técnica para memorizarlo, en lugar de olvidarlo.
Cuando el apóstol Pablo escribe a los Corintios la primera epístola, en el capítulo uno versículo dos dice que su misiva está dirigida a los santificados en Cristo Jesús, a los que han sido llamados a ser santos. Y aquí surge una pregunta: ¿si los cristianos ya han sido santificados por qué entonces están llamados a ser santos?
Y esto se puede complicar aún más cuando leemos que Pablo dice que él fue santificado desde el vientre de su mamá, es decir, desde antes de nacer y de ser cristiano. Y la confusión puede ser mayor si leemos que sin santidad nadie verá a Dios. Y que sólo seremos verdaderamente santos, perfectos, cuando estemos ante la presencia de Dios.
Para desenredar la madeja primeramente entendamos que según la Biblia ser santo quiere decir ser apartado, separado, consagrado. Que los santos no son difuntos, sino personas vivas de carne y hueso que han sido dedicadas a Dios. Por ello es que cuando habla de los santos se refiere a los cristianos miembros de la iglesia.
Lo segundo a tener presente es que hay cuatro tipos de santidad:
La primera es la de pre conversión, que se refiere a lo que era antes de profesar la fe cristiana, cuando Dios ya me había apartado para Él.
La segunda es la posicional, que se refiere a lo que soy en Cristo, cómo Dios me ve puro y perfecto a través de la persona de Jesús.
La tercera es la progresiva, que se refiere a lo que debo ser en lo moral, cómo debo madurar, mejorar cada día ante Dios y los hombres.
Y la cuarta y última es la perfecta, que se refiere a lo que seré en un futuro, cuando esté ante la presencia de Dios, cuando no exista el pecado para mí y pueda ver al Señor cara a cara.
En resumen, los cuatro tipos de santidad que tenemos en el Nuevo Pacto de la Biblia, pre conversión, posicional, progresiva y perfecta, comienzan con la letra “P”, son las cuatro “Pes” de la santidad, son las “Pe, Pe, Pe, Pe”.
Y si los mexicanos tienen al príncipe de la canción, a José José, los cristianos tenemos el principio de la santidad, a Pepe Pepe. Y creo que con este recurso ya nunca nos olvidaremos del tema de la santidad.
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Tomado de:
«Devocionales en Pijama”
de Donizetti Barrios
Derechos reservados de autor.