Por mas difícil que nos resulte, el reír y el gozar de los detalles sencillos y cotidianos de la vida es primordial.
Al cultivar el buen humor nos podemos mantener bien mental y físicamente. Un estudio reciente de la Universidad de Maryland, en Estados Unidos, encontró que las personas con enfermedades cardíacas se reían hasta un 40 por ciento menos que las personas sin esta dolencia.
Hay otros estudios de la Universidad Loma Linda, de California, que muestran que el buen humor y la risa tienen beneficios importantes, como bajar la tensión arterial y subir los niveles de endorfinas, que son los analgésicos naturales del organismo.
También aumentan la flexibilidad muscular y estimulan los dos lados del cerebro, lo cual mejora la capacidad de aprendizaje.
La risa mantiene el cerebro alerta, algo muy importante a cualquier edad.
El buen humor y la paternidad
En la tarea de ser padres también tenemos que abrirles espacio al chiste y a las carcajadas. Los niños, gozan mucho con todo lo que los haga reír.
No se puede tomar todo tan en serio, porque peligra nuestra calidad de vida. Hasta una cantaleta graciosa es mejor recibida que el regaño tradicional. Cuando nos relajamos en nuestro rol de padres nuestros hijos también lo harán.
No es fácil encontrar el lado amable a las situaciones adversas, pero hay que proponérselo como objetivo. Una manera de lograrlo es ejercitando el buen humor de manera regular. Para ejercitarlo podemos ver una película divertida, reunirnos con gente alegre y buscar chistes sanos.
La risa nos aleja de lo aburrido, nos conecta con lo placentero y nos permite pasar momentos inolvidables.
Es importante dejarles a nuestros hijos recuerdos de un hogar donde todos se podían dar el lujo de reírse y bromear con respeto y amabilidad. Ser recordados así es mucho mejor que como unos ogros aburridos y amargados.
No se trata de convertirnos en payasos, ni de que nuestra casa se convierta en un circo, sino de poder ver el lado amable y divertido de la vida. Es una buena enseñanza que no solo trae consigo salud mental, sino también salud física.
Que sea el buen humor y no el mal humor el protagonista en nuestro hogar y en nuestra vida.
Fuente: abcdelbebe.com por Annie Acevedo (Psicóloga y educadora)
Adaptado por Carolina Ansuini para Vívela Stereo